Elegir las herramientas tecnológicas con las cuales vas a apalancar el crecimiento de tu empresa no debe ser una decisión que tomes a la ligera. No solo puede convertirse en un dolor de cabeza para tus colaboradores, podrías estar despilfarrando recursos valiosos y entorpeciendo tu operación.
En el mundo de la tecnología, no todo lo que brilla es oro e incluso las herramientas que sí son superiores en desempeño no siempre son las indicadas para tu negocio. Por eso es importante que tomes en cuenta estos puntos antes de comprometerte con un tech stack inadecuado.
Se trata del ecosistema de herramientas, software, lenguajes y aplicaciones con los que una empresa cuenta para automatizar procesos, eficientizar sus flujos, y resolver productos o servicios.
Es común pensar que estos problemas solo los viven grandes compañías con una infraestructura muy pesada en donde el cambio puede ser difícil, pero la realidad es que no importa el tamaño de la empresa, todas tienen retos que superar en torno a su inventario tecnológico. Ya sea que estemos hablando de una star-up que apenas comienza y necesita herramientas para un crecimiento acelerado, o una gran empresa consolidada que busca ser más eficiente y habilitar a las distintas áreas para que puedan trabajar con tecnologías que se comuniquen y con información que sea fidedigna.
La calidad de tu tech stack puede ser pieza clave para el correcto funcionamiento de tu empresa, o convertirse en el villano que le cuesta millones en ingresos a tu compañía. Y es que, cuando un tech stack no está bien integrado, los problemas operativos pueden apilarse hasta volverse incontenibles.
Algunos de los problemas principales de una mala implementación de tecnologías en tu empresa pueden ser:
Estos son 11 de los problemas más comunes que vemos al trabajar con empresas que buscan mejorar su tech stack o integrar las distintas herramientas con las que cuentan:
Recuerda que la tecnología por sí sola no es la respuesta. De nada servirá tener el software más avanzado si nadie en la empresa lo utiliza como es debido o si no se le están ingresando los datos correctos. Además, sin una estrategia clara tampoco puedes pretender que la tecnología marque el rumbo; los automóviles no ganan las carreras de Fórmula 1, son las escuderías, el piloto y la suma de una gran máquina trabajando en conjunto. Lo mismo sucederá en tu empresa; es importante poner mucha atención en tu tech stack pero sin esperar que éste resuelva de la noche a la mañana todos tus problemas.
Si alimentas con mala información los sistemas, estos solamente exponencializarán estas fallas y harán más evidente la falta en la administración de datos. Sistemas centrales de un tech stack como el CRM dependen de que la información se almacene de forma correcta, los datos se dedupliquen y limpien, y que se integren de manera correcta con otros sistemas. De lo contrario estarás generando información inservible que no te permitirá pronosticar el desempeño de tus equipos y ajustar donde deba ser necesario.
Aunado al punto anterior, otro factor que debe tomarse en cuenta es justamente la estandarización de las definiciones de los datos y reportes que se utilizan. Definir bien cómo se administran los datos, cómo se alimentan los sistemas de los mismos y cómo los leerán todos en la empresa aporta una transparencia y practicidad a la operación, pues en lugar de perder tiempo validando los mismos, los responsables pueden dedicarse a analizar y tomar mejores decisiones.
En estricta teoría podría parecer contradictorio contratar una tecnología para después tener que solicitar a un externo ayuda con la misma. Sin embargo en muchas ocasiones es mejor contar con refuerzos externos que pongan en orden tu tech stack y te ayuden a integrarlo, que intentar hacerlo por tu cuenta. Una buena agencia externa no secuestrará la tecnología, sino que te ayudará a entenderla mejor, ponerla en buen uso y asegurar que está optimizada para ofrecerte el mejor retorno de tu inversión.
Bien dicen que no todo lo que brilla es oro y esto no puede ser más cierto al momento de elegir y definir tu tech stack. Muchas veces los tomadores de decisiones llegan a tomar acciones impulsivas porque un gran pitch de ventas los convenció de adoptar una nueva herramienta tecnológica. La tecnología tiene que venir de la mano de una estrategia y no por una cuestión de impulso; si el software que te ofrecen no se adapta a tus necesidades actuales, aunque parezca la última maravilla, quizá no sea momento de integrarlo a tu stack; esto no quiere decir que nunca lo utilizarás, solo que debes saber cuándo hacerlo. Recuerda que entre más piezas agregues a tu stack, mayores deberán ser las integraciones y más complejo será el uso de las mismas.
Así como no debes dejarte apantallar por grandes tecnologías, tampoco debes caer en la trama de considerar que un stack bien nutrido es aquel que cuenta con cantidad ilimitada de herramientas. Existen más de 8,000 herramientas de automatización y marketing que puedes adquirir y muchas, al especializarse en marketing son muy muy buenas vendiéndote la idea de que las necesitas. Antes de adoptar cualquier nueva herramienta analiza bien si no hay ya una herramienta con la que cuentes que haga esas funciones, si realmente es algo que deseas implementar ahora, qué tan bien se integra con tus herramientas actuales, qué tanto se adapta a tu estrategia actual o te desviará de tus metas y objetivos.
Uno de los grandes frenos para tener un tech stack ideal es el no saber (o querer reconocer) cuándo es tiempo de hacer cambios. Muchas veces, una tecnología se queda por más tiempo del debido porque la sola idea de migrar de sistemas suena a una pesadilla para todos los involucrados y parece que es mejor quedarse en donde uno está. Esto en realidad solo retrasa la evolución de tu empresa porque será cuestión de tiempo para que tomes la decisión, así que si ya dudas de tener la mejor tecnología para tu empresa y no estás haciendo algo al respecto, probablemente ya vayas tarde.
Cuando la automatización y la tecnología son una consecuencia de tus acciones y no un pilar sobre el que construyes tu estrategia, pierdes muchas ventajas que ayudan a tu crecimiento. Esto no quiere decir que tu tech stack no te ayudará a mejorar muchos procesos y tareas, sino que no estarás utilizando el verdadero potencial. Cuando armas una estrategia basada en la tecnología, todas las fases del proceso de compra de tus clientes quedan integradas en tu stack tecnológico y esto te dará más poder en la toma de decisiones, en los flujos de venta y en la calificación de tus clientes.
Aunque lo ideal es tener toda tu información en un solo lugar (el CRM, por ejemplo), confiar toda la data de tu tech stack a una sola herramienta pone en peligro la integridad de tus datos y tu negocio. No se trata de tener la información dispersa en distintos canales, sino de tener las integraciones correctas para que la información se replique y esté accesible en distintos sistemas, siempre que puedas tener la seguridad de que las integraciones están permitiendo un flujo de información y datos correcto. Aunque tener una sola fuente de datos con la verdad absoluta parece el camino indicado y más seguro, mejor piénsalo dos veces antes de ir por esta estrategia.
Sin contradecir el punto anterior, es muy importante que la información fluya a todas las herramientas para que sea la mejor experiencia que tus clientes pueden recibir. Por ejemplo, cuando se maneja en silos, la misma información que ya solicitaste a tu cliente en la compra, la vuelves a pedir para que abra un ticket de soporte, generando más fricciones y entorpeciendo más los flujos automáticos.
Finalmente, este es uno de los puntos más importantes que debes llevarte de este artículo. Si tus colaboradores no adoptan la tecnología, no importa qué tan potente sea tu tech stack, será como tener un Ferrari estacionado en el garage. Es importante que cuentes con especialistas dentro de tu equipo que conozcan las plataformas y se vuelvan verdaderos expertos en sacar el mayor provecho de las mismas, estos especialistas o champions serán responsable de asegurarse que el resto de la empresa conozca bien cada herramienta y la usen de manera correcta, así como de las implementaciones y capacitaciones de nuevos integrantes a tu equipo. Aquí puedes trabajar de forma híbrida, teniendo un equipo externo de consultores que te apoyen con las mejores prácticas, pero siempre asegurándote de tener portavoces que defiendan la tecnología en tus filas.
Aunque me encantaría darte una solución a este pregunta, la difícil realidad es que no existe una respuesta que aplique a todas las empresas y en el mundo de la tecnología lo más importante es siempre elegir la que sirve tus propósitos y objetivos. Estos 11 errores que vimos anteriormente tienen un denominador común y es que todos se dan por una falta de enfoque de los tomadores de decisiones. Cuando las herramientas se contratan como una consecuencia en lugar de ser parte integral de la estrategia, las probabilidades de fracaso son mayores. No debes pensar cómo esta nueva tecnología va a resolver tus necesidades, sino cuál es tu objetivo de negocio y a partir de ella buscar las soluciones tecnológicas que te ayuden a lograrlo; en vez de pensar en adaptar lo existente a tus problemas, necesitas hacer tu investigación para conseguir las herramientas que te permitan crecer como esperas.
Pero sé que elegir un tech stack puede ser abrumador, primero porque seguramente ya cuentas con algunas herramientas y debes analizar si estas deben quedarse o no, pero también porque como lo mencionaba antes, hay más de 8,000 soluciones disponibles. Es por eso que creamos este checklist de preguntas que debes hacerte antes de elegir un tech stack, espero te sean de utilidad.